miércoles, 2 de diciembre de 2009

No sé ni por que escribo esto. Ya que me imagino, que nadie lo va a leer, pero supongo que debido a la invalide que sufro debido a mi enfermedad llamada ataxia cerebolosa multifuncional degenerativa, que no es ni más ni menos que una enfermedad que te va paralizando hasta que te mata y de la que soy consciente con la esperanza de que no me haga sufrir demasiado, me paso mucho rato, delante de mi ordenador sin saber qué hacer, puesto que poco puedo hacer, no pedo andar me cuesta hablar y respirar me cuesta comer y me canso mucho

Solo me queda esperar que esto se acabe pronto y a ser posible con el menor sufrimiento

Ya sabemos desde el momento en que nacemos que todos tenemos o estamos destinados a morir y que el trascurso entre el nacimiento y la muerte se llama vida, solo pido que sea digna y sin dolor tanto la vida como la muerte.

Pero de quien quiero hablaros en realidad es de quien soy yo y que mejor que empezar por el principio.

Mi nombre es ARTUR ARANDA SUBI nacido en BARCELONA un 1 de agosto de 1953 en una chatarrería de la calle Gerona 176 la cual en su interior disponía de vivienda, vivienda en la que me dio a luz asistida por una comadrona como se hacía en aquellos tiempos, mi madre maría.

Tuve una infancia feliz pero enfermiza ya que a los dos meses sufrí mi primer ataque de asma que me marco para el resto de mi vida y los frecuentes ataques de asma me impidieron ser un niño como los demás y poder por ejemplo jugar al futbol y a muchas otras cosas que requerían un esfuerzo físico.

Resultaba curios el observar que el hecho de que yo fuese barón resultaba importante tanto para mi padre que se llamaba José y al que todos llamaban pepito y que tenía dos hermanas Inés y Teresa a la que también llamaban Teresina luego estaba también mi tío Enrique que a pesar de no ser hijo de mi abuelo mi padre lo trataba siempre como un hermano mayor quizá porque desde muy joven siempre había estado viviendo con nosotros como un hijo mas bueno a lo que iba mi nacimiento al ser barón significaba la continuidad del apellido ARANDA y parece ser que eso era importante para todos ellos en aquellos tiempos.

Mi abuela la Sra. Gregoria como era conocida por todos era una persona que rebosaba amabilidad hacia todo el mundo y a quien yo solo había visto enfadarse jugando al parchís cuando creía que le hacían trampas y la cual era una gran cocinera y siempre estaba dispuesta a ponerle un plato de comida en la mesa a cualquiera que viniera a visitarnos invitándolo a comer con nosotros, recuerdo que en aquellos tiempos en que todavía aquí en España no existía la televisión los chiquillos nos juntábamos al rededor de la radio para poder escuchar el famoso cuento llamado Tambor y los mayores la radionovela titulada simplemente María de la que después se comentaba en las acostumbradas tertulias que se organizaban en verano entre los vecinos para poder tomar un poco el fresco en la calle y en las que todos además de traerse su silla aportaban un poco de algo esto acostumbraba a suceder como ya he dicho los días de verano después de las 20 horas que ya no había sol en las calles de Barcelona y se podía disfrutar de la sombra que daban algunos árboles y de la tranquilidad del poco tráfico de coches que en ella había. Recuerdo que los más jóvenes jugábamos al futbol en medio de la calle y hacíamos carreras con una especie de patinetes que nosotros mismos nos hacíamos con unas maderas y unos cojinetes que nos permitían deslizarnos por las zonas asfaltadas de la calle en aquel entonces no diré que Barcelona fuese mejor pero, si que se vivía con más tranquilidad y para mi resultaba más divertida a pesar de que la gente parecía tener mucho menos que en la actualidad. De cuando en cuando por la calle Gerona se veía pasar algún coche o algún carro tirado por un burro pero muy de cuando en cuando no era lo usual aun que hoy en día esto no parezca posible hubo una época no muy lejana en que esto fue así yo aun consigo recordarla.

Una época en que la gente por la calle parecía que todo el mundo se conociera y al cruzarse se saludaban en que se cedía la silla en los trenes y tranvías a la gente mayor o a las señoras embarazadas una Barcelona en que los sentimientos de la gente afloraban con facilidad y no se basaban tanto en el interés.

Así transcurrió mi infancia y un día que me quedo marcado fue cuando a mis 5 años murió mi abuelo al que recuerdo que en sus últimos días era una persona impedida para andar a causa de una caída y necesitaba ser trasladado en una silla de ruedas algo de lo que se cuidaba mi abuela ayudada siempre por mi padre así el pobre recuerdo que tengo de mi abuelo es el de una persona mayor serio justo y respetable con pijama y bata de cuadros sentado en la mesa donde comíamos en su silla de ruedas y mirándonos a todos orgulloso de todos nosotros.

Saliendo de lo que era la vivienda te podías encontrar con una pequeña puerta cristalera que la separaba de lo que era la chatarrería y más adelante una gran puerta de cristales que separaba la chatarrería de la calle y tras la cual yo muchas veces me situaba para ver la gente pasar, encima estaban los estudios de discos Columbia los cuales nos pusieron una bombilla roja en el almacén, que se encendía siempre que ellos empezaban a grabar algún disco, para avisarnos y que procurásemos no hacer mucho ruido. Luego estaba la Granja regentada por la Sra. María y la Nuria en donde se podía ver a la gente con sus lecheras que iban a comprarles leche a granel por cuartos de litro y a litros que ellas gustosamente les despachaban de un deposito que resultaba ser una gran lechera, al otro lado una pequeña tienda que pertenecía al Sr. Pio una persona que se dedicaba a la compraventa de antigüedades y a continuación la pollería regentada por la Sra. Teresa en donde la podías encontrar vendiendo huevos y pollos y conejos.

Hacia el año 1960 nos trasladamos a vivir al 170 de la calle Gerona a un piso que se encontraba en el mismo rellano y justo en frente de mi tía Inés hermana de mi padre dejando sola en la tienda a mi abuela que poco tiempo después se vino a vivir con nosotros y la antigua vivienda de la calle Gerona se convirtió en almacén para chatarra engrandeciendo así la chatarrería.

En 1961 nació mi hermana Laura y 8años después mi hermano Manuel cuando pienso en mi hermana Laura se me viene a la mente una hermosa cría mofletuda y regordeta siempre dispuesta a regalar alegría con una inmensa sonrisa a cualquiera que estuviera dispuesto a hacerle cualquier carantoña.

Los vehículos que yo recuerdo que tubo mi padre fueron primero una moto con la que íbamos a la playa el mi madre y yo, y mientras el pescaba yo y mi madre tomábamos el sol y nos bañábamos en la playa, y con el tiempo le puso un sidecar a aquella moto para que mi madre y yo pudiéramos ir un poco más cómodos luego ya vino el coche un Fiat Velilla con el que subía a vernos los fines de semana ha Rivas de Freser donde estuvimos residiendo casi un año mi madre mi hermana y yo puesto que el clima les pareció que me podía ir bien para mis ataques de asma.

Allí fue donde les dieron a conocer el internado que había en Puigcerda llamado y regentado por padres escolapios y donde fui ingresado finalmente a finales de 1963 separándome de mi familia durante algunos años a pesar de que ellos venían a visitarme todos los fines de semana primero con un Seat 600 que se compraron y luego con un Renault 8 ósea un R 8.

De los escolapios de puigcerda que os contare, pues que allí a pesar de sentirme bastante solo y enfermo porque no tenía junto a mí a mi familia cuando me encontraba mal me compensó el hecho de hacer muy buenos amigos, y de recibir una buena educación, y que los curas cuidaban de mi bastante bien en fin guardo recuerdos muy duros de mi estancia allí pero también otros muy bonitos adjunto algunas fotos de las que guardo con cariño de mi estancia allí en al colegio y de algunos profesores y alumnos.

Parte

Las escuelas pías de puigcerda

Este libro, intentara ser un relato sobre mi estancia durante los años 1963 al 1967 en régimen de interno en los escolapios de Puigcerda .

Hay que tener en cuenta que yo tenía en aquel tiempo de 10 a 14 años de edad y por lo tanto las cosas y las opiniones pueden ser un tanto subjetivas.

Empezare por explicar que el motivo de que fuese a parar allí fue por consejo del médico Dr.roger Barri el cual me trataba desde hacia algún tiempo de una enfermedad alérgica que me producía fuertes ataques de asma y que a la larga me ocasiono intolerancia a muchos medicamentos por lo tanto según su opinión era aconsejable un cambio de aires y trasladarme a un pensionado de alta montaña y así fue como ingrese en los escolapios de puigcerda.

Así pues tras una evaluación de mis estudios realizados y conocimientos el entonces director del colegio José Pelegrí decidió ubicarme en la clase de ingreso de bachiller que daba el profesor Sr. Manzano.

El uso dicho profesor, tenia un sistema de enseñanza basado en aquel dicho de que las letras con palo entran y no se cansaba de decirlo y de ponerlo en practica, se que apreciaba a sus alumnos pero su sistema para enseñar teniendo en cuenta que la edad de los alumnos era de 10 y 11 años, resultaba un tanto contradictorio con el aprecio que decía tenernos y desde luego doloroso y violento pero eso si efectivo, todos aprendimos por miedo al palo y a sus castigos. En la clase éramos unos 30 alumnos de

los cuales solo 8 o 9 éramos internos los demás terminadas las clases se marchaban a sus casas mientras nosotros nos juntaban con los demás internos de las clases de bachiller, en aulas donde nos hacían estudiar y hacer los deberes y ejercicios, la jornada terminaba con la cena y tras media hora de recreo nos hacían ir a dormir, a eso de las 22 horas en una de las plantas superiores del internado donde había

los dormitorios, en el que yo estaba, dormíamos ocho alumnos, cada uno teníamos nuestro compartimiento con nuestra cama y el correspondiente armario donde guardábamos nuestra ropa y objetos personales, a las 22,30 aproximadamente, se apagaban todas las luces y se nos hacia guardar silencio y dormirnos. Así finalizaba la jornada de un día, que había estado dedicado, fundamentalmente al estudio y a la educación, según los cánones de la época de lo debía ser el día de mañana un hombre

de provecho.

A las siete de la mañana por unos altavoces que había en los dormitorios empezaba a sonar música era hora de levantarse, asearse y empezar una nueva jornada de estudios y actividades en teoría educativas y tras tenernos en ayunas desde las 7 de la mañana, después de una hora de estudio, por fin a las 9 horas el desayuno y después media hora de descanso y de nuevo a las clases.

Aquellas religiosas enseñanzas, llenas de normas, ordenes y estrictos horarios y obligaciones quizás hubiesen podido ser mas tolerantes, teniendo en cuenta nuestras edades y que no dejábamos de ser unos crios, pero de lo que no cabe duda es de que era efectivas, aun que en el fondo tenían su parte de crueldad que nos hacia echar de menos a nuestras familias y fomentaba el que entre los demás compañeros internos, se crearan o surgieran unos fuertes lazos de amistad, que nos permitían, desahogarnos, contándonos y consolándonos de nuestras comunes calamidades y sufrimientos que hoy nos resultarían irrisorios pero que entonces nos parecían muy serios y que en su mayor parte se debían al hecho de estar lejos de nuestros padres y familia de quienes nos parecía no tener el consuelo y el apoyo en los momentos de adversidad, aun que lo tuviésemos en la distancia.

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Recordando aquellos amigos de los escolapios con los que después de 40 años y gracias a Internet, he podido de nuevo contactar y observar que la amistad de aquellos tiempos sigue latente y los recuerdos, gratos, de lo que un día fue un amigo que sigue siéndolo.

Tal es el caso de Nader al que recuerdo como inseparable compañero con quien compartí muchas cosas durante los cuatro años de estancia en los escolapios y con el que empecé mis primeras correrías tras las chicas también hacíamos de monaguillo ayudando a misa al padre Carlos al que le robábamos vino de misa después de ella solo un traguito cada uno de aquel vino dulce que sabia a gloria por el echo de ser robado y bebido a escondidas, Nader era y es mejicano y toda su familia estaba en Méjico por lo tanto que cuando abandono los escolapios se fue a vivir allí con su familia y perdí el contacto con el hasta hace poco que como digo a través de Internet lo localice i pudimos reencontrarnos de lo cual nos sentimos muy contentos por poder volver a saber el uno del otro después de tanto tiempo tres cuartos de lo mismo me pasa con Nicolás que es canario y vive allí fue compañero durante mi primer año de

estancia luego se traslado durante un tiempo para después regresar a Puig cerda y seguir sus estudios como no mencionar los para mi inolvidables hermanos Fonsdeviela naturales de Figeras a los que tuve el placer de ver en un par de ocasiones cuando ya no estaba en los es colapsos aun que creo que ellos siguieron en ellos hasta que los cerraron y que se que paran uno por rosas y otro en Ampurias con Eduardo nos mandamos mails y fue de quien surgió la idea de crear un espacio de exescolapios de puigcerda para poder reencontrarnos la lista de amigos es mas larga y hay algunos con los que he conseguido contactar y otros que no se nada de ellos y me agradaría saber que es de ellos.

PADROS, PARELLADA, FORNOS, SOLANS, GRAU, SANTURIO, MUNSO, FRICH, SALCEDO,

BONASTRE, BALLEJO, ETC. ETC

El rector padre Joaquín Fabregas excelente persona que aceptaba con una resignación asombrosa las bromas que solíamos gastarle a cuenta de su calva.

Un recuerdo para P. Carlos P: Bussoms P. Pigillen P. Isterri P. Vidal etc. etc.

Pero creo poder asegurar que lo mas entrañable eran los inviernos que precedían a las fiestas de navidad tras las cuales comenzaba la temporada de esquí y que les hacia divertidos, los inviernos a pesar de el mucho frió que hacia tres días a la semana los lunes miércoles y viernes los dedicábamos ha esquiar en la Molina donde unos profesores de esquí nos enseñaban como hacerlo, quizás el mas conocido o que gozaba de mas fama era Jans que según decían era el mejor esquiador de por allí y había competido en los campeonatos europeos de esquí. Recuerdo mi primera temporada de esquí que empezó con la compra en navidades de el equipo ósea los esquís las botas el anorac y la vestimenta que fueron mi regalo de reyes y fuimos a comprarlos en una de las pocas tiendas que había en Barcelona especializadas en deportes invernales y que estaba en la calle del pi y ala con los esquís arriba y abajo, cuando empezábamos la temporada de esquí para no tener que llevarlos con nosotros de puigcerda a la

Molina cada vez, los dejábamos en consigna en una tienda de artículos de esquí que había en la Molina en frente de la estación al otro lado de las vías y que se llamaba can Beristain donde nos los guardaban y de donde los recogíamos y dejábamos al empezar y terminar la jornada de esquí, temporada que terminaba al acercarse la semana santa con unos campeonatos del propio colegio en donde participábamos todos y que nos permitían demostrar logue habíamos aprendido de esquí, la entrega de premios se hacia durante una comida en el colegio a la que asistían los familiares ( los padres de los

alumnos) y por fin empezaban las vacaciones de semana santa que siempre se hacían cortas pero se agradecían lo malo es que cuando se terminaban había que volver a separarse de la familia para regresar de nuevo al internado a pesar de las ganas de volver a encontrarse con los compañeros y amigos, resultaba duro separarse de la familia, al menos para mi.

Se reanudaban las interminables jornadas de estudio y entonces había que apretar porque se acercaban los exámenes finales y había que aprobar de lo contrario las asignaturas que te quedaban pendientes te tocaba recuperarlas en las vacaciones de verano vamos que te quedabas sin vacaciones y si no aprobabas te tocaba repetir curso.

El patrón por excelencia de el colegio era San José de Calasanz y su imagen presidía la mayoría de los actos que se celebraban el día de su fiesta era celebrado con diversos actos y fiesta grande para nosotros con misa incluida como debía ser en un colé religioso como era aquel. La religión católica escolapia

jugaba un papel muy destacado en las enseñanzas que nos daban con la obligación de asistir a misa en la capilla o iglesia del colegio todos los domingos y festivos, lo que resultaba un incordio es que los sábados te hacían ir a confesarte con los mismos sacerdotes del colé y así se enteraban de todas tus intimidades. También era el sábado el día que por las tardes tocaba ducha y aseo completo para estar bien bonitos para el domingo que acostumbraba a ser el día en que los padres y familiares venían a visitarnos. El domingo por la tarde película con la correspondiente censura en la que no se podía ver ni un beso de pareja pero bueno eso es otra historia. En aquella época Barcelona empezaba a ser invadida por el 600 el cuatro cuatro el 1500 vehiculo que fue adoptado por los taxistas como el taxis por excelencia algunas calles importante aun eran de adoquines y se podía pasear por ellas en dos direcciones y subido en tranvía la tele era en blanco y negro y no existían problemas de aparcamiento

por raro que eso ahora nos pueda parecer.

Las carreteras para acceder a puigcerda desde Barcelona resultaban un tanto angostotas sobretodo la collada de tosas y mas si estaba nevada resumiendo que para subir hasta puigcerda desde Barcelona podías tardar de 4 a 5 horitas y mas si lo hacías en tren y con todo y eso los padres de algunos de nosotros subían todos los domingos a visitarnos

En mi ultimo año de estancia en el colegio conocí a Morse una chica oriunda de puigcerda con la que empecé a salir los domingos y los días que nos dejaban salir a pasear por el pueblo, íbamos al cine del pueblo o a pasear por el lago pero nuestra amistad o relación no llego muy lejos, pues uno de los curas del colegio era familiar suyo y eso me trajo algunos problemas además de tener que soportar las bromas y risitas de los demás curas y profesores que se enteraron de que salía con ella la sobrina de uno de ellos que era un año mayor que yo.

Buen como dicen que una imagen vale mas que mil palabras continuare mi narración con imágenes y fotos que recopile durante mi estancia en el colé

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